21 de enero de 2007

No es ni el momento ni el lugar

Q lo re tiro nosa re borramoscon toda la intención del mundo el ultimo posteo de delfos y yo fue el cumple del blog y despues nos tomamos vacaciónes reales la verdad es q ahora tamos en las toninas riendonos de todos los pobres tipos q estan cagandose de caloir en buenos Aires y la tamos pasando re bien q se yo, la idea era postear algo pero la cosa es q no podemos postear demaciado desde un Ciber, yo soy el tipo q se encarga de la literatura fina del blog y la verdad no me llama para nada postear un cuento o historia o un simple delirio al lado de todos estos malandra q se revientan a tiros en el half-live, pero la gracia esta en tratar.


SIMPLE Y SENSILLAMENTE NO PUEDO TOY BLOQUEADO!!!!!HAHAHAHHAHA

La verdad queria escribir un cuento q se me ocurrio pero esto es imposible, la verdad estar rodeado de estos ibridos aderidos a las computadoras es recontrajodido, apoart muchos distraen a la vista no todos son parasitos muchos son como decirlo... dejenlo hay. LA CUESTION NO PUEDO ESCRBIR, sera q no tengo nada de q descargarme, q la toy pasando tan bien q la sonrrisa de mi boca no se borra y q mi mente ta tan tranquila y calma q no puedo decir dos oraciones con tono lirico o sensillamente literrario, la verdad es esa o puede ser esa pero no se. por hay es q simple y sensillamente tengo un bloqueo bue me las pico nada para decir salbo q la estoy pasando barbaro aca en las toninas, todo re tranca falta un par de trastes nomas y taria todo de 10 jajajaja chiste bue me voy chau

Para cambiarle la onda, ahí va un cuento

Aca estoy, transmitiendo desde el pueblo costero de Las Toninas, soportando altas dosis de playa. ¡Que vida dura! Pero no se pueden quejar, ya que les posteo acá un cuento. Lo escribí hace bastante, pero es muy bueno. Más que cuento, es una construcción de personaje, pero igual me gusta mucho.
Ya me pareciá que tenía que postear algo un poco menos abstracto, por decirle de alguna manera, y postear algo que no tenga tanto que ver con mis propos sentimientos: Un personaje que tenga vida propia. Disfrúenlo:


Era una mañana fría y el cielo estaba cubierto de nubes. El detective Ernesto Ditray estaba, sentado, con un café en una mano y la mirada fija en la terminal de buses, esperando ya cansado a un nuevo detective ayudante.

Con sus escasos cabellos grisáceos, su mirada fría y dura, era un hombre imponente. Cuando era joven lo era aún más, pero a los 55 años y con bastantes kilos de más había perdido un poco el toque.

Y Ditray era, definitivamente, un hombre sin paciencia. No hacía más de 10 minutos que estaba allí y ya estaba dispuesto a levantarse e irse. Sin embargo, debía esperar a su nuevo compañero de trabajo porque “órdenes son órdenes”, y Ditray no era la clase de hombre que las cuestionaba.

El nombre del joven al que esperaba era Miguel Coldentoy, proveniente de un pequeño pueblito llamado Río Rojo, que se perdía en la inmensidad del mapa. A decir verdad, se escondía, ya que nadie podía ubicarlo nunca.

Ernesto soñaba despierto, y volvía a la realidad abruptamente cada vez que llegaba un bus. Nadie conocía al tal Coldentoy, por lo que debía esperar que este viera el cartel con su nombre que tenía a su lado.

Ditray tomó el último sorbo de café y arrojó el vaso de plástico a un tacho de basura. Registró sus bolsillos en busca de cigarrillos, pero no halló ninguno. Entonces recordó a su difunta esposa y su promesa de que dejaría el vicio de fumar y, a pesar de su creciente deseo, no se levantó a comprar otro paquete de cigarrillos y prefirió apaciguarlo con el buen vicio de mirar muchachas con curvas pronunciadas.

Observó bajando de un bus recién llegado a una hermosa joven pelirroja de pelo largo, con una pollera corta violeta y una muy escotada blusa roja. Para su desgracia, como su trabajo de detective implicaba fijarse muy bien en los pequeños detalles, eso fue exactamente lo que hizo, y encontró el resplandor de un anillo con diamante (o piedra preciosa o algo así, tampoco se las iba a dar de Sherlock Holmes), y también divisó a un muchacho, de una edad aproximada a la de la joven, que corrió hacia ella y le dio un abrazo de bienvenida. Después llegó lo que podría ser su madre (o su abuela, ya que parecía bastante anciana), con un carrito de bebé. La joven saludó a la anciana y luego sacó a la beba de su carrito y la sostuvo en brazos y la besó.

Esa reunión familiar hubiese sido muy bonita en otras circunstancias, pero a Ditray, que buscaba entretener la vista con mujeres de curvas ostentosas, le disgustó bastante y le arruinó la diversión, e inmediatamente se puso en búsqueda de otros cuerpos fabulosos. -Ya me imagino lo que diría Mónica si me viera observando mujeres- pensó Ernesto y se rió para sus adentros.
Su esposa, que había muerto hacia 2 años, ocupaba la mayor parte de sus pensamientos, tal vez más que cuando ella estaba viva. Ernesto recordaba solamente los momentos felices que había pasado con ella y, aunque habían estado casados durante 28 años, esos momentos escaseaban. Su esposa murió en un accidente de auto, pero el real problema era que el auto que se estrelló contra ella era un ladrón en fuga, que estaba siendo perseguido en ese momento por Ernesto. Él se culpaba de la muerte de su esposa, y la única manera de limpiar su conciencia era cumplir con todas las promesas que le había hecho. Ya había dejado la bebida, había vendido su colección de muñequitos de negritos que tocaban casi todo instrumento inventado (y hasta algunos por inventar) que eran totalmente horribles, pero que a Ditray le encantaban, y, además ya estaba dejando de fumar.

La única promesa que no había cumplido y que no iba a cumplir era dejar su trabajo de detective. Aunque a veces el trabajo fuera cansador y hasta perturbador, era su vida. Aunque, lo que en realidad le preocupaba a su esposa era que además, fuese su muerte. Pero a Ditray no le importaba en absoluto, prefería morir antes que perder su trabajo.

Ernesto se perdió en sus pensamientos, en sus recuerdos, recuerdos de épocas más felices, épocas con su esposa, la misma esposa que le había ayudado a resolver tantos casos. Y ahora que ella no estaba, se sentía incompleto, se sentía un solitario rodeado de gente. Y la soledad lo devoraba gustosamente por dentro, devoraba su alma, sus buenos momentos y el placer que le daba su trabajo. Cuando llegaba a su casa, grande y vacía, después de un día que de trabajo duro y sin sentido, escuchaba susurros del pasado, y una felicidad que no podría ser nunca más. Lloraba en silencio y sin lágrimas, en los rincones oscuros de su mente. Saludaba a la Muerte por los corredores de sus memorias y la saludaba con un gesto con la mano, como si fuese un compañero de toda la vida. Ditray no odiaba a la muerte, era inevitable, y con su trabajo la veía tan seguido que eran casi amigos. Ditray, además de culparse a sí mismo, culpaba al destino, pensado y escrito por Dios. Simplemente los odiaba.

Por cada día que pasaba, peor se desempeñaba en el trabajo. Allí sólo tenía enemigos y no era muy reconfortante. Ditray no tenía amigos, no tenía familia, no tenía nada más que su trabajo, y ya lo estaba perdiendo.

-¿Detective Ditray?-.

Ernesto se sobresaltó y miró para atrás. Un joven, de pelo castaño, flaco y pálido lo observaba.

Era Miguel Coldentoy.

13 de enero de 2007

¡QUE LOS CUMPLA FEEELIZ! (sí, ya sé que desafino... ¿Y qué?)

¡Sí! Como ya dijo mi querido amigo Balzhak, el blog cumplió un año. Y estoy verdaderamente orgulloso. Pasaron muchas cosas desde que comenzó todo esto (bueno, en realidad no pasó tanto) y todavía falta mucho por escribir.
Ya veremos lo que le depara el futuro a este pequeño blog (que, irónicamente, se llama Coloso de Delfos... ¡qué ironía tan irónica! ¿no?).
Quisiera agradecer a todas ésas personas que siempre están ahí para ayudarme, para hablar, para hacer chistes, para pasar el rato y para hacer chistes.


¡GRACIAS AMIGOS!


Por supuesto, especial agradecimiento a Balzhak, compañero escritor y gran amigo. Sin él no sé cuánto tiempo hubiera durado el blog.
También quiero agradecer a Delfina, que firmó siempre que le rompí las.... paciencia (para ser sincero, creo que le rompí la paciencia A TODOS, pero bué); a los "anónimos"; a Santiaguito (que no se si firmó alguna vez, pero seguro que lo leyó); a Ingeborg, a pesar de que no le gustó "Echarri y la Fábrica de Chocolate" (¡No podés! ¡Si es BUENÍSIMO!); a Evaristo (Sí, se llama así. Que agradezca que lo puse al lado de Ingeborg) que alegró los días del 2006 con su carácter cortado y Chipi Chipi; a Juancho, que nos llenó de chistes xenofobicos (pero lo queremos igual); a Diego, alias N3MESIS, grande de grandes pero, entre otras cosas, creador del Chipi Chipi ("¡Éso es vida!"); a Juan Ignacio, con quién creé muchos delirios en los viajes de colectivo; a Pablo, que me inició en los diversos caminos sepesutistas y roleros; a Tomás, amigazo y escritorazo, que estoy seguro que en algún punto me motivó a escribir (¡te debo tanto che!); a Los Wildsons, porque hay que hacerles propaganda; a La Empanada de Pollo, que es mi favorita; a Podeti, porque es un maestro; a Lucas , otro gran amigo, que siento que lo conociera desde siempre, y con el que creé muchos delirios más; a Cacu,y sí, TAMBIÉN la deliré con él, qué se le va a hacer, deliro mucho; a Carolina, que firmó mucho mas que todos los vagos anteriores juntos (bueno, capaz exageré); a la Gente que no conozco(¡espero conocerlos algún día!); a Mi Familia Entera (éste agradecimiento abarca a toda la familia por igual, para no hacerlo más largo de lo que ya es); a Seinfeld, porque es un maestro, ¿porque mas va a ser?; A mí mismo (¡ayyy! ¡Que amable!); a Montoto, que siempre le echan la culpa; a Emiliano, un gran amigo que lo conozco desde siempre denserio , a "Las chicas" (léase Katru, Tatiana y Coni) porque tuvieron muy buena onda durante todo el 2006; a Katru, porque tambien tiene un blog (sí, ya se que está dos veces, pero... TIENE UN BLOG. Hay que defender a los nuestros); a los Fotologs, porque si no los pongo los voy a dejar como "inferiores" y va a haber represalias; a Caballero porque, además de ser un groso y un buen tipo, ME DEBE UN FAVOR (¡lero lero!);y a Pepe Botella, por ser el representante universal de toda persona que pude haber olvidado en esta lista.


(Delfos toma un "pequeño" respiro, luego de haber dicho de manera ininterrumpida toda la lista anterior)

Como la agradecí prácticamente a TODA LA HUMANIDAD, abro oficialmente el Concurso del regalo 2007. Cuando vuelva de mis vacaciones en febrero voy a elegir el mejor regalo de la MONTAÑA que espero haya en mi puerta (¡no sean tímidos!) y voy a postear una foto. El ganador se lleva un premio sorpresa.


Éste llavero peludito es lo que me regalé a mi mismo por el cumpleaños del blog. Sí, ya sé. Me zarpé.

¡FELIZ PRIMER AÑO QUERIDO BLOG!



Jon Secada dijo: "100%"

¡Que hermoso discurso Jon! Al escuchar tus hermosas y tan correctas palabras no me cabe ni la menor duda de porqué sos un cantante tan bueno y actual.














¡Nos Vemos!

P.D.: Ya sé que Latin American Idol terminó hace mucho tiempo, pero, de verdad pensaron que eso iba a detenerme?

12 de enero de 2007

Feliz cumpleaños querido desierto!!!!


Hola, y bienvenidos a este importante día para el desierto que nosotros llamamos blog, hoy es un día especial, hoy es el aniversario del “blog” el coloso de delfos, así es, cumple un año de intentar q la gente lo visite, q los pocos comensales y fantasmas q tiene firmen, y q por supuesto los dos administradores desquiciados con inició de pre-psicosis y una interesante neurosis(q implica tomar un baso de coca-cola por la oreja) no fueren arrestados y/o colocados en un manicomño(como corno quiera q se escriba) o en cuarentena si haci lo prefieren.



La verdad escribo esto nada mas y nada menos para mostrar el regalo q me hice a mi mismo por el cumpleaños de blog, jaja,(me gusta esa palabra, no se pero suena, jaja muy q se yo muy blog jajaja, blog…blog,blog,bolgo jaja uy q groso bolgo,), no supera ni mucho menos al regalo q se iso delfos pero lo q cuenta es la intención jaja


Son una de esas cosas q uno ve baratas por el internet y bueno, jaja no me pude resistir, tienen q decirlo esta grosa la moto jaja, pero ahora estan arreglandole la chapa y la pintura por un tarado q la "roso" y bueno en fin, q le vamos hacer es mi vida, la intención de esto era q bueno,

¡¡FELIZ CUMPLE COLOSO DE DELFOS!!
todos te queremos aunq no lo demostremos

Pero uno siempre se va por las ramas como algunos seres q conosco en fin la verdad es esta FIRMEN O SE MUEREN,va ya se me fue la ira, jaja me voy a pasear en moto un abraso para todos, suerte,



FIRMEN, jaja y eso viva la peoa!!! adio

8 de enero de 2007

Paisaje verde y rojo

Era la naturaleza de lo Inevitable que lo invadía. Y él lo sabía, y lo hacía temblar.
Ésa ciudad, tan gris y grotesca en todas sus formas, lo asfixiaba lentamente, y en varias ocasiones había querido escapara de sus garras gigantescas.
Pero si lo hubiera logrado, no estaría allí en este momento.
Desde dentro de su casa, José soñaba con lo de afuera. Imaginaba aventuras, vivía pacíficas fantasías de felicidad verde. Podía pasar horas mirando las plantas de su pequeño patio, llamando a los héroes de su mente a jugar con él en esos diminutos (y aún así enormes) mundos.
¡Qué feliz sería José de Ciudad si fuera José de Mundo! O aún José de Afuera. Pero simplemente esa no era su naturaleza. Hay quienes dicen que si José hubiese aceptado ser de Ciudad ,y no de otro lugar, habría sido (y sería hoy) más feliz.
Sin embargo, esta historia no trata de especulaciones, así que de ellas me abstendré. La cuestión es que José de Ciudad no era feliz, y quería ser José de Afuera. Lo cual es perfectamente aceptable, si no fuera porque le gustaba más añorarlo que serlo realmente.
Y lo estaba intentando de nuevo. Iba a dar un gran paso en su vida, ¡todo iba a cambiar!...


Pero sucedió. Aquello era imposible de evitar para José: Retrocedió.

Si sólo hubiera avanzado... pero decidió no hacerlo. Eligió sufrir, eligió su cárcel. Eligió morir.

Y cada vez que José retrocedía, la esperanza de la felicidad moría un poco. Él se comía a sí mismo, y con el tiempo no quedaría nada.

Al retroceder, José cometía suicidio. Manchaba sus manos con su propia sangre.


Y él lo sabía... y lo hacía temblar.